Cuando los niños juegan son felices y, en ese momento, no existe nada más importante para ellos.
1. Todos sabemos que jugar es algo innato para los niños y niñas.
Jugar es sinónimo de alegría y diversión, los niños juegan de forma libre y voluntaria, una actividad que siempre desean hacer y cuando lo hacen ponen en ella toda su ilusión. Cuando juegan no existe nada más. Su trabajo en ese momento es jugar y mientras lo hacen están creciendo y aprendiendo sin darse cuenta. Como dijo Francesco Tonucci (Autor y eminente psicopedagogo infantil) “Todos los aprendizajes más importantes de la vida se hacen jugando en la primera etapa de vida (de 0 a 6 años). De aquí la importancia del juego en estas edades y el permitirles explorar en libertad”, jugando se están conociendo a ellos mismos y a su vez, el mundo que les rodea. Por eso, jugar resulta esencial para su desarrollo y aprendizaje.
Y lo mejor de todo es que cuando juegan ¡son felices! Importantes instituciones del aprendizaje infantil, nos explican que a través del juego los niños desarrollan habilidades esenciales para la vida. ¡Y no podríamos estar más de acuerdo con ellos! Entre ellas destacamos las
siguientes:
2. Entender y expresar emociones
Cuando juegan pueden expresarse libremente, aprenden a lidiar con sus emociones a medida que actúan para enfrentar sus miedos o sentimientos. Al mismo tiempo, aumentan su confianza y la autopercepción. Además, también es una oportunidad para fomentar la empatía.
3. Destrezas físicas
El juego es esencial para su desarrollo físico. Les ayuda a mejorar su coordinación, equilibrio y habilidades motoras. Además, existen numerosos estudios que confirman el beneficio de llevar una vida activa desde temprana edad, mejorando su salud, hábitos alimenticios y sueño.
4. Habilidades cognitivas
Una de las mejores formas de estimular el desarrollo cerebral es jugando. En la etapa de 0 a 3 años, empiezan a aprender habilidades cognitivas como prestar atención, raciocinio, memoria, entre otras mientras juegan. Por eso será importante que juguemos con ellos y les facilitemos los recursos necesarios para estos aprendizajes. A partir de los 3 años, serán más autónomos a la hora de jugar y el simple hecho de tomar decisiones, concentrarse en la actividad y
resolver problemas, supondrá un elemento importante del control y desarrollo cognitivo.
5. Comunicación
Al jugar con otros, los niños aprenden a comunicarse. Hasta llegan a reconocer las expresiones faciales y el lenguaje corporal. Ya sea a través de juegos de roles, juegos de mesa, juegos en grupo, los pequeños descubren como mantener conversaciones, como expresar sus pensamientos y de esta forma van mejorando las habilidades del lenguaje y alfabetización.